El punto de las auditorías internas, es quizá uno de los más críticos cuando se presentan a la empresa auditores de 2a o 3a parte (es decir, auditorías de los clientes y de las casas certificadoras). Todos aquellos que estamos familiarizados con los sistemas de gestión sabemos que la formación de auditores no es tarea fácil. ¿La razón? Existen una serie de requerimientos que todo auditor debe tener. Estos son los principales:
- Conocimiento sobre la materia auditar: por lo tanto, lo mejor es que sea personal de la misma empresa. Difícilmente se pueden encontrar externos que dominen los procesos internos, a no ser que sea personal de la competencia.
- Manejo de la metodología de auditoría: en sí mismo auditar es un arte que se va aprendiendo conforme se realizan las auditorías. Muchas organizaciones cuentan con auditores líderes que van acompañando a los auditores en formación.
- Imparcialidad y no conflicto de interés: un punto clave es garantizar la parte ética de los auditores. Sobre todo se debe de buscar que no se auto-auditen o auditen áreas relacionadas entre sí.
La formación en ISO 19011:2018 es quizá la mejor alternativa que una organización puede tomar en torno a las auditorías internas. La razón es que se enfoca no sólo en formar auditores internos dentro de la organización, sino también en la formación de los responsables de los auditores como pueden ser directores, gerentes de calidad y/o responsables de los sistemas de gestión. Además brinda todas las herramientas para planear las auditorías y generar una mejora continua mediante el ciclo PDCA. Este tipo de formación puede ir desde un curso para el equipo de auditores, hasta un acompañamiento personalizado.